Arquitectura popular

 

Llamamos así a las realizaciones privadas que siguen cánones constructivos vernáculos,  condicionados generalmentalmente por la funcionalidad y los materiales de edificación propios de la comarca (fundamentalmente el granito y el ladrillo). Llama la atención en primer lugar  la Casa de los Velarde (Concepción, 36), vivienda señorial que, aunque hoy muy fragmentada, en su origen ocupaba toda la manzana y que presenta su mayor atisbo de inquietud artística en la portada dieciochesca de grandes jambas y dintel que remata un frontón quizás ocupado antiguamente por un blasón familiar. El nombre le viene del apellido de una familia de hijosdalgos originaria de Torremilano, uno de cuyos miembros se estableció en Añora a principios del siglo XVIII. El genio popular dio con el tiempo al lugar de su ubicación el nombre de Plaza de las Velardas, evocador de alguna hipotética presencia decimonónica de altivas señoras enviudadas o solteras.

Portada de Casa de las Velardas

La casa típica del pueblo, en claro retroceso desde hace unos años pero que todavía no corre peligro de desaparición, consta por lo general, desde el siglo XVI, de tres cuerpos abovedados en aristas divididos en tres naves. La central es la casa, muy ancha y generalmente excluida de cualquier función propia de una vivienda. Antiguamente el suelo aparecía empedrado con cantos rodados, para facilitar el paso de caballerías, pero algunas ofrecen auténticos mosaicos elaborados con vidrio negro de escoria y cuarzo de distintos colores, como los muy notables de inspiración modernista sitos en las casas de la calle Virgen más próximas a la ermita (en torno al número 57), que contienen armoniosos motivos geométricos y vegetales.

 

Fachadas de tiras: la primera está fechada en 1912 (Plaza de San Pedro); la segunda contiene elementos decorativos variados (C/ Concepción).

Las fachadas de muchas casas presentan enormes jambas y dinteles de granito y no faltan, aquí y allá a lo largo de todo el pueblo, elementos decorativos variados: relieves e inscripciones en jambas y dintel, ángulo conopial, arrabá, puertas en arco, etc., aunque la mayoría de ellos están desapareciendo en los últimos años. Cabe señalar una portada de ancho dintel con conopio (Concepción, 50), que todavía se conserva, y otra, ya desaparecida tras una actuación del Ayuntamiento (¡otra vez!), con arco de robustas dovelas (Concepción, 23), ambas enmarcadas por arrabá moldurado gótico. Al ilustre antropólogo Julio Caro Baroja, que visitó Añora en 1949, le llamó poderosamente la atención la existencia en algunas fachadas de esgrafiados y pinturas monócromas con motivos tanto geométricos como naturalistas, de lo cual poco puede contemplarse ya.

Portada gótica que se encontraba en la Plaza de las Velardas, hoy desaparecida.

Las fachadas más típicas de la localidad son, sin embargo, las llamadas fachadas de tiras, que ofrecen a la vista los bloques rectangulares de granito con las junturas blanquedas con cal. Los conjuntos más interesantes están en la parte alta de la calle Virgen (donde deben destacarse también las notables chimeneas que sobresalen de sus tejados) y en las calles San Pedro, Córdoba y Río Jordán.

Fachadas de tiras en la calle Virgen

La vivienda singular más significativa es la de Calle Doctor Benítez, 23, que presenta un amplio zaguán con cubierta de madera, suelo empedrado y una columna de granito con capitel que contiene motivos vegetales sosteniendo los arcos que forman la crujía. Una pequeña puerta interior ofrece a la vista jambas de granito con conopio en el dintel. El empedrado, que ha sido enteramente realizado de nuevo por su dueño hace unos años respetando la técnica y motivos decorativos primitivos, presenta encerradas en círculos de pizarra la cruz ovífila y una rosa de cinco hojas.

Interior de casa en calle Dr. Benítez, 23